Ruth
by Espadachin
Este diálogo está basado en una sesión de rolplay por chat. Lo publico porque la persona basada en Ruth ha mostrado su conformidad. Cualquier parecido con personas y situaciones reales es pura coincidencia.
—Estoy en la puerta haciendo check-in. Entro.
—¡Hola!
—¡Hola Ruth! Como siempre, hueles muy bien.
—¿Qué tal?
—Pues con ganas de salir del trabajo.
—Yo ya he terminado por hoy. Vaya día mas agotador.
—Ya somos dos.
Se acerca la camarera y le pedimos dos batidos de chocolate.
—Bueno, ¿cómo va en el trabajo? ¿Aquella compañera tuya te sigue haciendo la vida imposible?
—Ni me lo menciones, estoy quemadísima. Pero bueno… habrá que aguantar. A ti, ¿cómo te va?
—Un océano de tranquilidad con picos de trabajo y/o marrones. Agosto.
—Ojalá tuviese yo esa tranquilidad. ¿Sigues con tu blog?
—Con los cuatro. Pero ya sabes que los otros dos están más parados. Agosto y demás.
—¿Y con tus hipnosis?
—Bien sabes que sí— Digo mientras te guiño el ojo.
—Te vas a terminar volviendo un profesional. Me das miedo, jaja.
—Siempre dices lo mismo, jajajajaja.
—Sabes que sí, jaja.
—Y creo que eres tú la persona con la que más he hablado del tema y más dudas he resuelto..
—Algún día me hipnotizarás sin que me dé cuenta…
—Antes o después te hipnotizaré sin que te des cuenta, sí.
Nos reímos al unísono.
—No lo creo…
—Ya sabes que en realidad todo depende de ti, de que tú quieras.
—Soy muy nerviosa para eso, y yo, pues no quiero.
—Pero bien que te gusta preguntarme y saber.
—Es solo curiosidad.
—La curiosidad puede matar al gato… o hipnotizar a la periodista— Y te saco la lengua.
—Jaja, perro ladrador…jajaja. Me da curiosidad pero soy escéptica.
Nos interrumpe la camarera con nuestros batidos y tú atacas el tuyo rápidamente— Esta buenísimo.
—Bien sabes que yo soy más escéptico que tú, y la practico. Solo hay que separar el grano de toda la paja.
—Ya, ya, la practicas con pensamientos sucios, jaja. Te gustan más las tetas que la hipnosis La hipnosis sin tetas no se si te gustaría.
—La verdad es que no sabría por qué decantarme, jajajajaja.
—No hace falta que lo jures.
—Pero tú sabes que no es así, que lo que más me gusta es hipnotizar.
—No sé, no sé.
—Así que has tenido un día cansado en el trabajo…
—Muy cansado, de un lado para otro,con este calor, ha sido agotador.
—Pues ahora estamos los dos aquí solos y te puedes relajar.
—Solo sentarme ya ha sido un alivio.
—Está muy bien sentarse y relajarse después de un día agotador. Tomando una bebida fría que te calma la sed y te alivia el calor.
—La verdad que venía pensando en el batido desde hace un par de horas.
—Y antes o después tenías que llegar el batido.
—Es el premio a un día duro.
—El mejor premio. Un batido y relajarse.
—Sí
—Y te darás cuenta que mientras más batido tomas, más relajada estás.
—¿Me estas intentando hipnotizar?
—Eres difícil, siempre estás muy alerta.
—Lo sé.
—Pero para estar tan alerta tienes que estar sobre todo alerta a las palabras que digo.
—Sí.
—Y yo diría que por tu postura corporal y tu boca entreabierta no estás ya tan alerta.
—Sí que lo estoy— pero lo dices con la mirada perdida a través de la cristalera.
—Ruth, está muy bien relajarse después de un día duro.
—Sí.
—Y estás tan alerta escuchado las palabras que te digo…— Mi voz ha cambiado, es un tono más grave.
—Estoy muy cansada, José. Deberíamos quedar otro día
—Pero te darás cuenta de que estar aquí conmigo está muy bien. Que estas relajada y es lo que necesitas.
—Sí— Y tus ojos se comienzan a cerrar.
—Te darás cuenta de que los sentimientos de relajación ya inundan todo tu cuerpo.
—Sííí.
—Cuanto más respiras más relajada estás.
—Más relajada— Tu voz no tiene entonación
—Ruth, mírame a los ojos.— Tu parpadeo es muy evidente.— Cada parpadeo que das hace que sea más difícil abrir los ojos. Es como si tus párpados fueran tres veces más pesados con cada parpadeo.
— ¿Qué me sucede?— Cada vez parpadeas menos.
—Nada, Ruth, solo estás muy tranquila y reposando del duro día de trabajo. Es normal estar tan relajada cuando estas en tu café favorito, con un amigo en quien confías.
—Sííí, es normal— sigues parpadeando, la boca entreabierta, los brazos relajados en el regazo.
—Tus ojos no pueden enfocar bien— Y yo me alejo un poco para que pierdas el foco.— Podrías caer en un trance si tu quisieras y te darás cuenta ahora que realmente es lo que quieres, Ruth.
—No lo sé, nunca he querido.
—Te darás cuenta de lo bien que te sientes ahora mismo.
—Sííí, me siento muy bien.
—Mientras caes tú sola en trance.— Se cierran tus ojos y la cabeza cae hacia tu pecho.
—Es fácil caer en trance, ¿verdad, Ruth?
—Sííí, es fácil caer en trance.
—Muy bien Ruth. Tranquila y relajada. ¿Has visto qué fácil ha sido relajarse en tu café con tu amigo de confianza?
—Síí.
Te cojo de la nuca y te balanceo un poco la cabeza.
—Muy relajada, entrando en un trance cada vez más profundo.
—Sííí
—Ruth, voy a contar hasta 3 y vas a despertar, recordándolo todo, sobre todo, la magnífica sensación de bienestar. Y sabiendo que se está muy bien en hipnosis.Y te preguntarás por qué no lo has probado antes.