Primera vez
by Espadachin
La sensación era como estar en una nube. Escuchaba la voz de él pero nada más. El resto de los sonidos le llegaban muy atenuados. ¿Era eso el ruidoso tráfico de la calle? Siempre le había dado miedo el hecho de ser hipnotizada, de creer que perdería el control y quedaría totalmente a su merced. Daba igual que su amigo le hubiera explicado mil veces que eso no funcionaba así. Incluso tenía en la cabeza la idea absurda de que podía hacerlo solo con mirarla o tocarla. Al final eso jugó en su contra y cuando decidió que su curiosidad era mayor que su reticencia cayó rápidamente en un trance muy profundo.
Siempre se había jactado de ser una comedora de pollas de primera y de repente en su mente apareció la polla perfecta. Estaba frente a ella. En ese cuerpo de gordito que le gustaba tanto. Se incorporó y comenzó a lamerla compulsivamente. Era perfecta. Como si la hubieran hecho un molde a la medida de su boca. Cada vez estaba más excitada y más acalorada. Escuchaba una voz de fondo pero solo tenía ojos para adorar ese apéndice perfecto, chuparlo y lamerlo.
Apretó, empujó, bombeó, volvió a lamer y chupar. Tenía que hacer que se corriera, no había otro objetivo en su mente. Así que cuando ya estaba a punto, se sacó la polla de la boca y dirigió sus disparos a su pecho. Le volvía loca que se corrieran en sus tetas y entonces….
Estaba de rodillas, en topless, el sudor le cubría el cuerpo, una mancha húmeda había atravesado sus bragas y se mostraba claramente en su pantalón. Se sorprendió al no ver semen cubriendo sus tetas. Estaba algo desorientada. Rápidamente se cubrió como pudo y miró inquisitivamente a su amigo. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba esa polla que estaba disfrutando?
—Creo que tus límites los hemos dejado bien claros. ¿Y si los empujamos un poco?