La mujer del tren
by Espadachin
Nunca había visto el coche tan vacío. Solo había una señora en él, tendría unos cuarenta. Iba vestida de forma muy elegante. No encajaba en ese tren. Bueno, tenía cosas mejores que hacer como dormitar un rato.
- Disculpa, querida, ¿te molesta si me pongo aquí? El coche va vacío y es mi lugar favorito. Hay gente a la que no le gusta viajar a contrasentido. A mi no. A mi me gusta ver alejarse el paisaje. Me relaja. Es una sensación de calma, de paz. Y tú te sientes tan cansada ahora mismo que te vendría muy bien relajarte, descansar…
Era verdad, el paisaje pasaba frente a sus ojos y la relajaba. Sentía todo el cansancio acumulado de esos días en su cuerpo, en sus ojos.
- Déjate llevar. Cuanto más rápido pasa el paisaje más cansada te sientes. Cada poste de la luz que pasa multiplica tu relajación por dos…
¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Unos minutos? ¿Una hora? La señora seguía hablando pero ella ya no hacía caso a sus palabras, solo miraba el paisajes y se relajaba. La voz de la señora continuaba de fondo.
- Siente como el sol te acaricia la cara. Es una sensación muy placentera. Te sientes muy bien. Pero necesitas más, quieres sentirte mejor. Deja que el sol acaricie el resto de tu piel. ¿Por qué no te quitas la ropa? No hay nadie en el coche y quieres sentir más placer. Es muy fácil dejar que tu ropa caiga. Nadie entrará en el coche.
- Y ahora córrete para mí, pequeña.
- Sí, mi señora.