Fractiona-TIT-on
by Espadachin
La niebla comenzó a disiparse de la mente de Marta, parpadeó para acomodarse a la luz de la habitación. Estaba sentada sobre la cama mientras él sostenía sus pechos a través del jersey que marcaba su tremendo poderío. Estaba muy orgullosa del tamaño y la firmeza de sus tetas a pesar de rondar ya los cuarenta. Cerca de ambos estaba el colgante que había usado para hipnotizarla y que apenas era ya un eco en su memoria. También recordaba algo así como un pasillo en el que había ido bajando y puertas a los lados. De repente él soltó sus tetas y todo se volvió negro.
La luminosidad volvió a los verdes ojos de Marta. Su mente luchaba por salir de la profundidad del pozo en el que la había sumergido. Esta vez su jersey había desaparecido y los dedos de él rozaba sus pezones transmitiendo hormigueos de placer. Un gemido escapó de sus labios y se los mordío. Sus pechos cayeron y su cabeza con ellos.
La lucha por salir del estado de hipnosis cada vez era más ardua. Él le seguía acariciando los pechos, cada vez más sensibles. La mezcla de hipnosis y placer estaba acabando con ella. Con los ojos aún entrecerrados podía ver esa media sonrisa que tanto le gustaba. Sacudió la cabeza pero antes de poder recuperarse del todo, sus tetas volvieron a caer y se desplomó sobre la cama.
El ciclo siguió durante algunos minutos, su tetas eran alzadas, ella luchaba por salir cada vez con menos éxito mientras el placer iba haciéndo cada vez más mella. Su tetas caían, y sus ojos, mente y cuerpo lo hacían con ellas.
Al despertar completamente tras el orgasmo conseguido solo a través de sus pechos, Marta tuvo la absoluta certeza de que ese gesto de alzar y caer ya había creado su impronta en ella y que sus tetas serían su trigger.