En la cabaña.
by Espadachin
De repente has caído en el claro de un bosque pero tú mente sigue desorientada. No sabes dónde estás. Tu mente consciente está muy relajada. Comienzas a escuchar música. O tal vez sea el ruido de viento entre las hojas. Es muy bonita y te pones a buscar el origen del sonido. Pero viene de todos lados, te envuelve, te acaricia.
La música te llena de dicha. Vacía tu mente y solo quieres bailar. Así que te levantas y bailas, bailas al ritmo de la música. Das saltos y vueltas. Y comienzas a sentir otras cosas. Una excitación. Quieres desnudarte al ritmo de la música. Sospechas que hay ojos mirando, pero solo importa la música y lo feliz que te sientes.
Te sientes tan feliz bailando desnuda en la cabaña. De hecho, es posible que no solo en tu imaginación sino en la realidad tú también comiences a desvestirte. Te sientes tranquila, feliz, alegre y dichosa. No lo entiendes. No puedes evitarlo.
Y escuchas ruido en otra habitación. Entras y ves otro gran sofá y una pantalla apagada. Me siento cansada de bailar y me tumbas en el. la pantalla cobra vida. Una cascada de colores se apodera de ti. Espirales. Palabras.Te sientas con las piernas cruzadas a mirar muy atenta. La luz de la pantalla te baña con todo su esplendor multicolor. Las palabras se suceden una detrás de otra.
Vacía.
Atenta.
Obediente.
Sumisa.
Esclava.
Muñeca.
No pienses.
Solo obedece.
Obedecer da placer.
—Vacía. Atenta. Obediente. Sumisa. Esclava. Muñeca. No pensar. Solo obedecer. Obedecer da placer.
Vacía.
Atenta.
Obediente.
Sumisa.
Esclava.
Muñeca.
No piensas
Solo obedeces.
Obedecer da placer.
Tu primer impulso es volver al sofá pero un un foco ilumina un círculo frente a la pantalla. Te arrodillas delante de ella. Solo hay una espiral. En rojo y negro. Y unas palabras aparecen. Son solo tres. Es una pregunta.
Y automáticamente, sin saber muy bien cómo, sientes como unas palabras salen de tus labios.
Y más palabras van llenando la nebulosa de tu cerebro:
Eres mi esclava.
Mi sumisa.
Mi muñeca.
Obediente.
—Tu esclava. Tu sumisa. Tu muñeca. Obediente.
Eres una muñeca.
Maquíllate como tal.
Solo importa ser sexy.
En la pantalla aparece una foto de cómo debes maquillarte.
Una vez maquillada vuelves a situarte de rodillas frente a la pantalla. La pantalla cambia mostrando una rápida sucesión de imágenes de mujeres teniendo sexo: mamadas, peenetraciones de todo tipo, cubanas…
Esclava
Felación.
Caliente.
Una cubana.
Complaciente.
Anal a cuatro patas.
Muñeca.
Otra felación.
Excitada.
—Esclava. Caliente. Complaciente. Muñeca. Excitada.
Cachonda.
Sexy.
Piensas en como odias a las mujeres objeto. Cómo te gusta ser independiente, pero a la vez que las repites comienzas a sentirlo más y más.
Mujer florero.
Solo existes para complacer a los hombres.
No necesitas cerebro.
Solo eres un cuerpo.
Esclava.
Sumisa.
Cachonda.
Caliente.
Excitada.
Tus manos van a tu entrepierna. Te empiezas a masturbar Las imágenes se vuelven más frenéticas. Las palabras casi no se ven. Pero tu cerebro inconsciente saben que está ahí. Sabes que en cuanto te corras tu mente dejará de ser tuya.
Solo serás una esclava.
Obedecer da placer.
El placer es lo único que te importa.
Eres una mujer florero.
Solo vives para complacer.
Esclava.
Muñeca.
Cachonda
Sexy.
Obediente.
Te masturbas más rápido. Las imágenes siguen frenéticas. Tus ojos muy abiertos absorben toda la información. Comienzas a tener orgasmos. Te retuerzo de placer.