Mira que llega a ser aburrida La Mancha. Y más en este tren de lata. A ver si ponen el AVE pronto…
Mi vecino de asiento acaba de abrir algo en su portátil. Hay una foto de chica guapa, con gafas enormes, y se ha puesto a escribir. ¿Una inducción hipnótica? Qué curioso.
Tienes mucho sueño y te sientes muy pesada.
Es algo así como una historia sobre una chica lista, la de la foto, a la que va a hipnotizar.
La mujeres inteligentes son sexy. Su imaginación es poderosa. Imagina que cada vez te sientes más cansada y lo estarás.
¿Se habrá dado cuenta de que estoy leyendo su pantalla atentamente? Este traqueteo del tren me está adormilando.
Cada vez estas más cansada. Déjate llevar. Más y más sueño.
Me siento rara, me cuesta enfocar las cosas. Debí dormir más esta noche.
Tú, la que esta leyendo esto, te vas a sentir cada vez más y más relajada.
¿Cómo? Sacudo la cabeza, algo me está pasando. Mi cabeza está como entre algodones.
No puedes dejar de leer. ¿Sabes que es de mala educación leer por encima del hombro?
Ups, me ha pillado. Pero la extraña sensación entre mareo y bienestar está creciendo. No puedo apartar los ojos de la pantalla. ¿Qué me está haciendo?
Tu mente se vacía. Te sientes muy bien y muy relajada.
Muy relajada. Siento mi mente en blanco. Me siento muy bien. ¿Me está hipnotizando?
La siguiente frase que leas dirigida hacia ti, te hipnotizará completamente.
Me hipnotizará completamente. Sí, eso es lo que quiero.
La siguiente frase que leas dirigida hacia ti, desactivará tu mente.
Escríbela, necesito abandonarme.
Tú, la que estas leyendo esto, DUERME.
Y no recuerdo más de ese viaje.
Esta historia está basada en la sensación que tuve un día de que mi compañera de asiento del tren estaba muy atenta a la traducción de una induccion de HypnoS. Solo cuando cerré el portátil se movió de nuevo.