Curiosamente
by Espadachin
Cada quince días, exactamente los sábados a las 18:00, Sofía sabe que tiene una cita con su amante. Llega al hotel, pide una habitación que está registrada a su nombre y sube. Curiosamente nunca recuerda haber reservado habitación pero debió hacerlo si ahí estaba.
Al entrar a la habitación repasa el correo que le envió su amante. Hay veces que le pide lencería. Otras que se vista de colegiala. O de geisha. Curiosamente nunca recuerda haber comprado nada especial pero debió hacerlo si ahí estaba.
A Sofía no le parece extraño que cada vez su amante sea una persona distinta, incluso mujeres. En su mente ellos son sus amantes desde hace meses. No es consciente de que es la primera vez. Curiosamente no recuerda que le gustaran las mujeres antes pero debían hacerlo si ahí estaba.
La vida sexual de Sofía había mejorado mucho desde que iba a terapia por sus problemas de pareja. Echarse un amante era lo mejor que le había sucedido. Curiosamente nunca había sentido la necesidad de tener un amante antes de las sesiones de terapia. Curiosamente.