E: La historia que tengo en la cabeza empieza con dos compañeros de trabajo cenando y una vela en la mesa.

E: Otro cliché.

N: Sí jaja

N: Otro día agotador que terminaba, decidí cenar con mi compañero, no por ganas sino porque me venía muy bien para que me llevase a casa. Pues tenía el coche en el taller

E: Ahora no puedo. Estoy en la cocina.

N: Ni siquiera me moleste en retocarme al acabar de trabajar

N: Joeeer

N: Jaja

E: En mi historia son dos compañeros de trabajo negociando en un país extranjero que van a cenar juntos después de una larga jornada de trabajo con el cliente.

N: Bueno

E: Pero que no puedo.

N: Me vale para lo anterior pero volviendo al hotel ajja

N: Tardaras mucho?

E: Tienes ganas de ponerte cachonda, ¿eh?

N: Un poco

E: Es una trattoria a la que van siempre que viajan a esa ciudad y siempre piden una mesa que está un poco escondida.

N: Solo deseaba acabar la cena y llegar al hotel

N: Estaba agotada

N: Apenas podía mantener la atención en la conversación de lo cansada que estaba

E: Hay una pequeña vela sobre la mesa en una bola.

N: En un momento en el que nos quedamos sin conversación me fijé en la vela que decoraba la mesa

E: Me di cuenta de que estaba cansada.

E: Muy cansada.

E: Y sus ojos se posaron sobre la vela.

E: ¿Y si?

N: Y si que?

E: Es bonita la vela, ¿verdad?

N: Sí

N: Esta bien como decoración

E: El fuego tiene ese componente hipnótico que siempre nos ha atraído desde las cavernas.

E: Es refugio. Es paz. Es tranquilidad.

E: Por eso nos sentimos tan bien mirándolo.

E: Sabemos que mientras haya fuego, estamos seguros.

N: Sí. Te puedes pasar horas mirando el fuego

E: Todo va a salir bien.

N: Sí.

E: Es imposible apartar tu mirada de la llama.

N: Sí

E: Parpadea.

E: Revolotea.

E: Y estás muy cansada.

N: Muy cansada

E: Es imposible apartar la mirada de la llama.

N: Es imposible

E: El fuego concentra toda tu atención.

N: Toda mi atención

E: El fuego consume tu voluntad.

N: Consume mi voluntad

E: Solo existen el fuego y mis palabras.

N: El fuego y tus palabras

E: Muy atenta.

N: Muy atenta

E: Atenta a la imagen que te voy a enviar.

E: Esa eres tú.

E: Vacía, atenta.

E: Mirando la llama.

N: Vacia

N: Atenta

N: Mirando la llama

E: La llama de la vela está en tu cabeza.

E: La ves vívida en tu imaginación.

E: Mientras lees mis palabras.

N: La veo en mi imaginación

E: Solo existe la llama.

E: Tiene toda tu atención.

E: Toda tu voluntad está puesta en ella.

N: Toda mi atención

N: Toda mi voluntad en ella

E: Relajada.

E: Tranquila.

N: Relajada

N: Tranquila

E: Solo existe la llama en tu imaginación y mis palabras.

E: Atenta.

E: Obediente.

E: Sumisa.

N: Atenta

N: Obediente

E: La llama está en tu imaginación.

N: Sumisa

N: En mi imaginación

E: Vívida.

E: Como si estuviera delante de ti.

N: Delante de mí

E: La llama y mis palabras.

E: ¿Cómo te sientes, N.?

N: Vacía

N: Obediente

E: Estas completamente hipnotizada.

N: Estoy completamente hipnotizada

E: Buena chica.

E: Sumisa.

E: Obediente.

N: Sumisa

N: Obediente

E: Querías que te hipnotizara, ¿verdad?

N: Sí

E: ¿Como te sientes?

N: Vacía

N: Atenta

N: Sumisa

N: Excitada