Bajando la escalera
by Espadachin
Advertencia: seguir leyendo podría hipnotizarte si lo permites. Si no puedes permitirte relajarte ahora mismo, guarda esta inducción para más adelante. Si no quieres ser hipnotizada o no te sientes cómoda con las sugestiones simplemente obvia el resto de la entrada.
………..Ahora, te he colocado en lo alto de una maravillosa escalera de caracol en el ático de un maravillosamente alto, abierto, bien iluminado edificio. Date total libertad para imaginarte en lo más alto, ahora. El ático tiene unas hermosas ventanas para iluminar tu camino, y mientras ojeas curiosa por encima de la barandilla te percatas de que la luz va difuminándose mientras la escalera progresa. Tal vez sientas más y más curiosidad por ver lo que hay en el fondo de la escalera. Puedes imaginarte a ti misma bajando ese primer peldaño, bajando. No vayas muy abajo demasiado deprisa, ahora, tomate tiempo para sentir y apreciar cada peldaño de la escalera; aprecia cada uno de los peldaños que te llevarán hacia la satisfacción de tu curiosidad. Nada podría ser posiblemente más gratificante, confortable o satisfactorio que encontrar lo que descansa en el fondo de la escalera. Vas bajando y girando, bajando y girando, bajando y girando. Mientras lo haces la luminosidad se va atenuando pero todavía puedes ver donde estás pisando. La luz tenue hace que todo se sienta más confortable. Cada paso que bajas comienza a hacerte sentir muy relajada conforme vas más y más profundo. No te importa que tus pasos sean cada vez más y más lentos, si tu respiración se hace más y más lenta y pudieras permitirte fundirte con cada escalón. Bajando otro escalón, bajando otro escalón, cayendo…… más profundo….cada vez más profundo….y ahora todo está en calma. Oh, siente como de tranquilo y calmado esta todo. Realmente puedes sentir la suave tranquilidad en cada parte de tu cuerpo. Cuando des tu próximo paso la sentirás moverse desde tus pies hacia tus tobillos, subiendo a través de tus piernas hasta tu abdomen y pecho y los hombros a través del cuello y tu cara – todo los músculos relajados, flojos. Pero es todo tan oscuro y tan reconfortante ahora. Estas cansada de bajar tantos tramos y puedes concederte sentirte somnolienta ahora. Sí, somnolienta, es una buena palabra para ello. Tus extremidades se sienten pesadas y tu mente aletargada, y de repente todo el camino bajado por esa escalera parece como si te hubiera llevado un gran esfuerzo. Y puedes encontrarte a ti misma yendo más profundo ahora sin dar otro paso; solo recuéstate y disfruta de la oscuridad y duerme… eso es. Es tan bonito y tranquilo y calmado. Te sientes tan relajada y cálida. Solo duerme y ve aún más profundo. Más profundo que donde debería estar el fondo de la escalera. El verdadero secreto es que esta escalera realmente no tiene fondo; cada vez que pienses que es imposible ir más profundo de algún modo encuentras el camino para ir más profundo. Incluso ahora continúas relajándote y yendo más profundo, bajando y girando, bajando y girando sin siquiera moverte o imaginar el movimiento. El movimiento es casi imposible ahora porque tus brazos y piernas son tan pesados. Están tan relajados. Solamente déjalo estar. Flota, fantasea, y duerme…
Ahora puedes sentir como si hubieras ido muy profundo, pero si miras hacia atrás te darás cuenta de que solo te llevará cinco escalones volver a estar completamente despierta y alerta. Voy a contar los escalones contigo y mientras subes todas las sensaciones de pesadez y temperatura volverán a la normalidad y recobrarás las sensaciones de cada parte de tu cuerpo. Cuando termine de contar estarás completamente despierta, alerta y funcional, capaz de pasar el resto del día con normalidad.
Uno, toma el primer escalón de vuelta a la realidad, dos, tres, ya estas a mitad de camino, cuatro, volviendo al estado de vigilia, despierta y alerta y cinco.